lunes, 9 de mayo de 2011

Corazón: Ellos

Sin tiempo para escribir nada nuevo, espero que os guste lo que os dejo aqui, lo lea quien lo lea. El texto lo escribí hace tiempo(si mi memoria no me falla, cosa bastante probable, tiene dos años de vida), pero creo que es lo único medianamente decente que ha salido de estos dedos en el tiempo que llevo sabiendo escribir. Como siempre, espero que os(te) guste:
Ella

La luz matinal entró por la pequeña ventana y jugueteó con sus cabellos esparcidos entre las sábanas. Ella despertó acariciada por aquella suave calidez que la embriagaba de placer y serenidad y se sonrió a sí misma, segura de que aquel iba a ser un gran día, tal y como habían sido todos los de esta última semana.
Cerró los ojos e intentó disfrutar de los placeres que le otorgaban el resto de sentidos: el sol en su piel, las voces de dos señoras en la calle hablando orgullosas de sus nietos y...si, ese olor dulce y un poco empalagoso, Ella lo reconocería a kilómetros de distancia...el inconfundible aroma de las tortitas de los sábados por la mañana...

Él

Abrió los ojos y la vio a su lado, desnuda y apenas tapada por la tela de la sábana...Inspiró profundamente y disfrutó su aroma, aquella colonia suave que tantos recuerdos le traía. La miró a la cara, a aquel rostro con rasgos casi divinos que un tiempo atrás había conseguido quitarle horas de sueño y ahora...también se lo quitaba, pero estas horas perdidas le resultaban bastante más agradables.
Se levantó lentamente, con cuidado de no despertarla y se dirigió hacia la cocina: el suelo estaba frío y todavía tenía los ojos entrecerrados...pero se sabía el recorrido de memoria. Comenzó a hacer el desayuno...y como todos los sábados iría a llevárselo a la cama, ella le dedicaría una de sus sonrisas plagadas de felicidad y por un instante todo volvería a ser perfecto una vez más. Colocó las tortitas en la bandeja y fue a despertarla...

Ambos

[Él] Se encaminó con la bandeja de tortitas lentamente hacia la habitación, de forma sigilosa aun a sabiendas que ella ya estaría despierta pero haciéndose la dormida esperando a que el la despertase con aquella frase dicha dulcemente en su oído...
[ELLA] Escuchó sus pasos acercándose lentamente por el pasillo y cerró los ojos con fuerza, esperando que él se echase a su lado y le despertara....Recordó cómo le había conocido un mes atrás, en la sala de espera del hospital antes de que la dieran la noticia, aquella tarde en la que el mundo se le vino encima...pero él estaba allí para recogerla
[Él] Entró en la habitación y dejó la bandeja en la mesita al lado de la cama. Se acordó de aquel maravilloso mes a su lado...y una gran tristeza se apoderó de él, sabiendo que la felicidad sería tan efímera como la flor de aquel cactus que ella le había regalado el mismo día que se conocieron. Se echó en la cama, inspiró profundamente y le dijo lo que ella estaba esperando para abrir los ojos
[ELLA] - Buenos días, princesa - le dijo al oído...ella lo escuchó muy lejos, distante como si estuviera a miles de kilómetros de ella...pero no lo estaba, estaba a su lado, casi podía sentir su aliento, intentó decirle algo pero sus labios no se despegaron y sintió que sus fuerzas se desvanecían, alejándola de la cama, la casa y de aquella vida a la que tanto deseaba poder aferrarse, pero lentamente le era arrebatada
[Él] Se extrañó de no recibir respuesta y un escalofrío le recorrió el cuerpo entero...se temió lo peor, sus manos temblorosas se dirigieron hacia las suyas y notó su pulso cada vez más débil, alejándose de él irremediablemente y la estrechó entre sus brazos con fuerza, deseando que se quedara a su lado para siempre
[ELLA] Sintió su abrazo e intentó devolvérselo, pero sus brazos no la respondían, yacían inertes a su lado y cada vez su respiración era más leve...
[Él] La dejó suavemente en la cama y apartó su cabello de la cara...Una lágrima corrió por sus mejillas y cayó sobre su bello rostro, empapándola de tristeza...
[ELLA] Sintió algo húmedo y cálido en la cara y supo que estaba llegando el final, el cáncer estaba ganando terreno...
[Él] Supo que ella aún podía escucharle y sentirle, se acercó con lentitud a su oído y la susurró dulcemente aquellas dos palabras que tanto significaban: "Te quiero". La dio dulcemente el último beso...
[ELLA] La vida se le escapaba poco a poco pero era feliz de poder estar a su lado, no habría podido imaginar un final mejor que el que estaba pasando...
[Él] Llevó su mano al corazón de ella y notó como lentamente los latidos eran cada vez más leves...
[ELLA] Lentamente esbozó una sonrisa en su rostro y exhaló su último suspiro
[Él] El corazón había parado de latir, una ola de tristeza le inundó y supo que a partir de ese momento estaba absoluta e irremediablemente solo.

2 comentarios:

  1. Desde la primera vez que lo lei hace como dos años se conviertio en mi relato favorito.... Y eso que yo considero que leo bastante... Eres el mejor pero eso ya lo sabes o no? Sigo sin entender porque no te metiste por letras.. ES LO TUYO! espero verte pronto...

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  2. Conmovedor. Desde que empecé a leer las primeras lineas sabia que me iba a gustar. Me he quedado sin palabras, o igual es que no se expresarme. Es una verdadera lastima que vivas tan lejos estoy segura que te transmitiría todo lo que pienso de esta entrada con una sola mirada.

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