sábado, 9 de febrero de 2013

Nightmare


Encerrado en tu propia casa, entre tus propios pensamientos. Taciturno, anegado por lágrimas que pugnan por salir pero se quedan aferradas a tu garganta, impidiendo que salga cualquier sonido de tu boca. Te ahogas, no puedes respirar pero aún así luchas por conseguir que un poco de aire entre en tus pulmones, abriendo y cerrando tus labios sonoramente, boqueando como un pez fuera del agua. Consigues por fin que un pequeño soplo se cuele por tu garganta, pero no sirve de nada, el aire llega a los pulmones y es devuelto intacto, como si tu cuerpo quisiera lo que tu mente no para de clamar a voces. Desesperado abres la ventana, esperando que el frío del exterior te despierte de la pesadilla que estás viviendo.

 Descubres que todo es inútil, no te queda otro remedio que aceptar tu destino, así que decides tumbarte en la cama y esperar. Poco a poco vas cerrando los ojos, esperando que llegue el final, pues allá donde vas el sufrimiento acabará. De repente una sonrisa aflora en tus labios: al fin, después de tanto tiempo, vuelves a ser plenamente feliz.

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