-¿Alguna vez has jugado a inventar constelaciones?
-No, pero me encantaría probar, ¿cómo podemos hacerlo?
-Es sencillo: túmbate a mi lado y miremos al cielo, hoy está despejado. Simplemente se trata de adivinar las formas de las estrellas, están ahí, solo tenemos que descubrirlas usando nuestra imaginación. ¿Ves esas de allí? Yo las llamo la constelación del cangrejo. Y las que están justo al lado yo las llamo la constelación de…
-…¡del dinosaurio! Mira, esas tres estrellas son la cabeza y luego las de alrededor forman el cuerpo.
Ella giró la cabeza lentamente y esbozó una sonrisa en su rostro ante su propuesta, había entendido el juego a la perfección. Volvió a fijar su vista en el cielo, en lo más profundo del espacio y se concentró en las estrellas, ansiosa por ser la siguiente que descubriera una nueva forma en el firmamento. Cada estrella nos cuenta una historia, sólo tenemos que mirar fijamente y esperar que nos la cuente con sus leves destellos.
Siguieron así durante largas horas: jugando, riendo, pero sobretodo hablando sobre cómo habían ido sus vidas en el último año que habían estado separados. Sin duda fue una de las mejores noches de su vida. Sin embargo, a medida que se iba haciendo de día, ambos sabían que estaban llegando al final, que no podían alargar aquella fantasía más allá del amanecer. Él la miró dulcemente y acercó lentamente hacia su rostro, cada vez la tenía más cerca, casi podía notar el roce de sus labios… pero cuando llegó no sintió nada, sus labios besaron el vacío otro año más. Se alejó frustrado y contempló como conforme la luz del sol iba saliendo por el horizonte ella se volvía más translúcida hasta tener la apariencia de un espectro. Recordó que ella no iba a volver a estar a su lado y se sentó, esperando que acabara de desaparecer por completo, disfrutando de su presencia hasta el último momento.
Cuando todo acabó se levantó, lentamente recogió sus cosas y sin volver la vista atrás se fue de aquel lugar que tantos recuerdos le traía y al que volvería todos los años para seguir jugando a ese infinito juego que tiempo atrás inventaron.
Hola Mario, soy Nuria tu compi de clase, acabo de ver los emails en los que me avisan de la existencia de este blog, me ha encantado lo que he leído, de verdad, voy a seguirlo y ponerlo en la batería de blogs que sigo.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte y espero que te vaya bien el verano.
PD: Cada uno somos una estrella, la suma de todos nosotros es una constelación, y que no nos engañen, somos fuertes y grandes y tenemos poder, somos el firmamento.
Espero ansiosa otra publicación, saludos.
ResponderEliminarNuria